El fútbol es una actividad que consume glucógeno debido a su naturaleza intermitente de alta intensidad. La pérdida de glucógeno muscular es un factor clave asociado a la fatiga durante el partido. El glucógeno es mucho más que una fuente de energía, siendo que su vaciamiento perjudica la contracción muscular (perjudica la excitación-contracción muscular, la propagación del potencial de acción, el manejo de calcio y formación de puentes de acto-miosina).
Algunos comentan que los depósitos de glucógeno no se vacían tanto en un partido de fútbol. Y es cierto que a nivel general no se vacían tanto, pero sabemos que la depleción no es global, sino localizada en fibras musculares específicas y en compartimentos celulares concretos que afectan notablemente al rendimiento. Se ha propuesto un umbral crítico de glucógeno muscular de ~250 mmol/kg. Por debajo de este nivel se produce una menor tolerancia al ejercicio y aumento de fatiga. Por tanto, competir con depósitos de glucógeno adecuados y reponerlo después de los partidos es clave para los futbolistas.
Sin embargo, la recuperación de los depósitos de glucógeno post-partido son más lentos de lo que se piensa. El daño muscular por impactos excéntricos que se da en el fútbol hace que el proceso de relleno de glucógeno sea más lento que en otros deportes. Además, sabemos que jugar un partido con bajos niveles de glucógeno empeora a su vez el daño muscular, por lo que forma un círculo vicioso.
Por tanto, en contraste con la recuperación relativamente rápida después de un ejercicio submáximo continuo, como por ejemplo ciclistas, la recuperación del glucógeno en futbolistas es más lenta. Se requieren unas 48- 72 horas para reponer por completo las reservas de glucógeno muscular (eso si la dieta es adecuada, porque si no se necesitan más días).
Sin embargo, muchos jugadores encadenan partidos sin reponer completamente su glucógeno, lo cual merma el rendimiento físico y psicológico. Por ejemplo, Mohammed Salah. actual jugador del Liverpool, jugó cuatro partidos de 120 minutos (con prórrogas) durante 11 días en la Copa Africana de Naciones 2022. Si no se controla muy bien la dieta, el rendimiento físico y mental decae rápidamente.
