Es normal que la población general o los deportistas, al no ser profesionales del sector, se dejen llevar por las estupideces máximas que muchos gurús cuentan. El ayuno o la dieta cetogénica, como ocurre con todas las herramientas o estrategias de alimentación, tienen su sentido en algunos contextos para algunos objetivos concretos. Pero pueden ser pésimas para otros contextos u otros objetivos. A nivel de rendimiento deportivo, no saber cuando implementarlas o hacerlo habitualmente o sin sentido puede hacer más daño que beneficio.
Un estudio controlado aleatorizado reciente comprobó que realizar ejercicio con bajos niveles de glucógeno aumentaba significativamente el uso de aminoácidos provenientes del músculo como sustrato energético, es decir, que fomentaba la resistencia anabólica en deportistas (Margolis et al 2021). El aumento en las concentraciones sanguíneas de aminoácidos ramificados (leucina, valina e isoleucina), la depleción de aminoácidos gluconeogénicos (glutamina y alanina) así como el mayor aumento del cortisol confirman que hacer ejercicio tras un ayuno largo o con bajos niveles de glucógeno produce degradación muscular para suministrar energía durante el ejercicio.
Ayunar previamente a un entrenamiento intenso o entrenar con bajos niveles de glucógeno puede hacer que tu músculo se encargue de descomponerse para dar la energía que tu no has ingerido por la boca. Este perjuicio podría ser compensado con una mejora de la flexibilidad metabólica otorgada por entrenar en estas condiciones, pero, a día de hoy, sabemos que la mayoría de deportistas (si no todos) ya tienen la flexibilidad metabólica exagerada simplemente por hacer ejercicio. Además, la adición de carbohidratos intra no empeora la flexibilidad metabólica, ni autofagia, ni las mejoras mitocondriales y además preserva el glucógeno y mejora el rendimiento (Fell et al 2021)
El ejercicio por si solo aumenta la autofagia, la biogénesis mitocondrial y la flexibilididad metabólica como no puede hacerlo la nutrición. Y los deportistas, si hacen algo muy bien en su vida, es hacer ejercicio. Si te cuentan milongas, mándalos a leer a la cartilla de “Micho” y que dejen de malinterpretar estudios.