En un mundo donde la salud y el bienestar ocupan un lugar central en nuestras vidas, las dietas bajas en carbohidratos como la dieta cetogénica han ganado una popularidad sin precedentes. Sin embargo, detrás de la promesa de pérdida de peso y mejora metabólica, surge un enigma intrigante: el impacto de estas dietas en el colesterol LDL, especialmente en individuos delgados y en forma.
¿Qué revelan las investigaciones más recientes lideradas por Nicolás Norwitz sobre este tema? Prepárate para descubrir cómo un enfoque innovador podría cambiar nuestra comprensión de las dietas bajas en carbohidratos y su influencia en la salud cardiovascular.
Dietas y LDL
Las dietas bajas en carbohidratos o las dietas cetogénicas pueden aumentar el colesterol LDL.
Investigaciones recientes llevadas a cabo por Nicolás Norwitz han identificado a un grupo de población que es más susceptible a que sufra niveles elevados de LDL cuando llevan una dieta baja en carbohidratos. Estos sujetos son personas delgadas que tienen poca grasa corporal y han sido denominados como “hiperrespodendores de masa magra”. En teoría, aquellas personas que no tienen sobrepeso ni exceso de grasa corporal, son más susceptibles a tener grandes elevaciones del colesterol LDL al seguir una dieta baja en carbohidratos llegando a niveles de más de 200mg/dL (Norwitz et al 2022)
Modelo de energía lipídica
A esta teoría se le ha denominado “modelo de energía lipídica” y postula que hay una mayor exportación y recambio de partículas VLDL a LDL para satisfacer las necesidades energéticas en el contexto de agotamiento de glucógeno hepático y grasa corporal baja.
En un reciente y curioso estudio llevado a cabo por Norwitz y su equipo tenían como objetivo probar esta hipótesis en un paciente de este tipo. Pensaron que agregar algo de carbohidratos a este sujeto delgado que seguía una dieta cetogénica podría disminuir el colesterol LDL en el paciente al mismo nivel que tomar estatinas (medicamento indicado para reducir el LDL).
Lo curioso del estudio es que añadieron esos carbohidratos en formas de galletas Oreo, concretamente 12 galletas Oreo al día.
El LDL inicial fue de 384 mg/dL y se redujo a 111 mg/dL (reducción del 71 %) después de la suplementación con Oreo. Luego cesó la ingesta de Oreo durante un tiempo y el LDL volvió a 421 mg/dL. Ahí fue cuando el sujeto inició un tratamiento con estatinas (20 mg de rosuvastatina) y el LDL se redujo a 284 mg/dL (reducción del 32,5%).
Conclusión
La conclusión no es que las galletas oreo bajen el colesterol, es que en personas delgadas la dieta cetogénica sube más el LDL y que comer algo de carbos les mejora el colesterol. Aún se requieren más estudios para demostrar la hipótesis de los hiperrespondedores de masa magra.