Hay una cosa que tienen en común todos los enfoques de alimentación o tipos de dietas, tanto las bajas en grasas, las bajas en carbohidratos, la dieta evolutiva, la dieta mediterránea o cualquier otro tipo de dieta, sea cual sea su nombre: EL PORCENTAJE DE FRACASO ES MUY ALTO.
¿Qué factor contribuye más al fracaso de una dieta?
Uno de los factores que más contribuye al fracaso a largo plazo en las dietas y que, además, puede contribuir a crear una relación tóxica con la comida o ansiedad, es la rigidez. Multitud de estudios nos indican a los nutricionistas que las dietas restrictivas o más rígidas generan menos adherencia que las dietas más flexibles.
En esta escala, muestro de manera orientativa la rigidez de diferentes dietas en base a la exclusión de alimentos, macronutrientes o por rigidez del enfoque. Esto no significa que haya gente que se adhiera muy bien a alguna de estas dietas independientemente de que sea más rígida o menos.
Tenemos que tener en cuenta que existen muchos factores implicados en la adherencia a una dieta más allá de los meramente nutricionales. Por ejemplo, una persona amante del medio ambiente y los animales, puede tener una adherencia muy fuerte a una dieta basada en plantas debido a sus principios, valores y convicciones morales. Pero, de manera general, la mayoría de la población se adhiere más a una dieta menos rígida y más flexible, siendo así que haya más probabilidades de crear hábitos alimenticios saludables a largo plazo y por ende conseguir sus objetivos. Además, los estudios muestran que dietas más flexibles mejoran la ansiedad, depresión o trastornos de atracón.
¿Y por qué algunos se adhieren a ciertos tipos de dietas rígidas?
Uno de los factores que mejora la adherencia a un tipo de dieta concreto es el sentimiento de pertenencia al colectivo que inspira dicha dieta. Pensar que formas parte de un colectivo con un mismo objetivo en común y con una misma intervención nutricional refuerza y motiva a los sujetos (Cruwys et al 2020). En mi opinión esto es algo negativo por muchos otros motivos, pero puede ayudar a generar adherencia.
“Sin adherencia, cualquier intervención nutricional está condenada al fracaso”