Un nuevo estudio (Aminian et al 2021) muestra que entre los pacientes con obesidad, la pérdida de peso previa lograda con la cirugía bariátrica se asoció con un 60% menos de riesgo de desarrollar complicaciones graves por COVID-19.
Numerosos estudios han establecido la obesidad como un factor de riesgo importante para desarrollar enfermedad grave a partir de la infección por SARS-CoV-2. La obesidad patológica debilita el sistema inmunológico, crea un estado inflamatorio crónico y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, coágulos sanguíneos y afecciones pulmonares. Todas estas condiciones pueden complicar la COVID-19.
El objetivo de este estudio fue examinar si una intervención exitosa para bajar de peso en pacientes con obesidad antes de contraer COVID-19 podría reducir el riesgo de desarrollar una forma severa de esta enfermedad.
El propio autor del estudio, el investigador Ali Aminian, comenta textualmente: “Nuestro estudio proporciona una fuerte evidencia de que la obesidad es un factor de riesgo modificable para COVID-19 que se puede mejorar mediante una intervención exitosa para bajar de peso.”
Los investigadores encontraron que los pacientes con una cirugía previa para bajar de peso tenían un 49% menos de riesgo de hospitalización, un 63% menos de riesgo de necesidad de oxígeno suplementario y un 60% menos de riesgo de desarrollar COVID-19 grave.
En mi opinión, hay un par de factores a comentar:
- El primero, es que los autores realizaron cirugía bariátrica los sujetos para perder peso. No todo el mundo quiere o puede someterse a esta cirugía de forma masiva. No nos olvidemos que revertir la obesidad es algo muy complejo, por lo que se puede hablar a la ligera de que esto sea algo efectivo para reducir la gravedad por COVID-19.
- Por otro lado, este hecho podría poner más presión a algunos sujetos con obesidad sobre su propia responsabilidad ante la infección, algo que no es positivo a nivel psicológico para los sujetos y seguramente tampoco sea justo. La obesidad es multifactorial, donde muchos factores son externos al propio sujeto.
Aún así, este estudio nos muestra una vez más que no podemos tomar a la ligera la obesidad patológica.