Mucho he escrito sobre por qué los “negacionistas” del balance energético (calorías) basan sus erróneos argumentos en cosas que no entienden. Pensar que las calorías no existen es igual de erróneo como pensar que sólo las calorías importan. En mi libro “Réquiem por una Pirámide” le dedico un capítulo a ello. A lo largo de la evolución, el ser humano ha adjudicado a lo esotérico aquello que no ha comprendido bien. Hasta que llegó la ciencia claro.
Pese a ser correcto que no todos los alimentos son iguales y pese a ser correcto que algunos inducen una mayor termogénesis endógena, pese a eso, habrá un resultado final determinado de energía (aunque sea diferente al original de dicho alimento marcado por una calorimetría) que será incorporado en nuestro organismo.
También es cierto que no todas las personas son iguales y que hay múltiples factores que van a determinar el estado energético (patologías, alteraciones metabólicas, alteraciones endocrinas, gasto por actividad, composición corporal, hiperfagia, edad, microbiota, etc.). Pero todo ello no es más que factores que sumarán o restarán o bien a la ingesta de energía o bien al gasto energético. Pero al final, habrá un residual de energía que será incorporado y un gasto de energía que será oxidado. Por tanto, cuentes o no cuentes calorías y pese a que sea difícil ajustarlas (de ahí lo inevitable del ensaño-error y ajustes constantes en la planificación nutricional), si comes más de lo que gastas, o mejor dicho, si absorbes más de lo que gastas de manera sostenida en el tiempo, engordarás y viceversa.
Pero me quiero parar en la microbiota y como afecta a este balance. Recientemente se ha publicado una revisión muy chula (Carmody&Bisanz 2023) que ha intentado explicar como la microbiota afecta al balance energético. No hay magias, afecta sobre la energía que absorbemos y la que gastamos, como lo hacen decenas de otros factores ya mencionados (ver imagen de arriba). Muchas cosas sobre microbiota son extrapoladas de estudios en ratones (como siempre y como recalcan los autores del estudio), pero ya vamos sabiendo cada vez más.