Las terapias intravenosas con megadosis de vitamina C son cada vez más frecuentes con la idea de proporcionar potentes acciones antioxidantes (la vitamina C es antioxidante). Durante muchas décadas, los pacientes con cáncer han estado recibiendo infusiones intravenosas de vitamina C en dosis altas como terapia complementaria o alternativa.
Mientras que las concentraciones de vitamina C en plasma después de la ingesta oral rara vez superan los 200 µM, la administración intravenosa puede resultar en niveles cien veces más altos. La vitamina C se elimina en aproximadamente 90 minutos, por lo que las concentraciones plasmáticas normales se restablecen a las pocas horas de la administración intravenosa.
En presencia de oxígeno y iones de metales, la oxidación de la vitamina C aumenta la generación de peróxido de hidrógeno, provocando justo lo contrario, es decir, ejercer un rol pro-oxidante aumento el estrés oxidativo.
En un estudio reciente (Pearson et al 2021), midieron la acumulación de vitamina C en eritrocitos (glóbulos rojos) humanos después de una mega dosis intravenosa de vitamina C y midieron el estado oxidativo de estas células. Se vio como la vitamina C se acumula en los eritrocitos de las personas a las que se les infiltró hasta incluso 48 horas después de administrarla y que este aumento está asociado con un aumento tóxico del peróxido de hidrógeno (pro-oxidante) debido a la oxidación de la Prx2 eritrocitaria (una proteína antioxidante).
En definitivas cuentas, lo que se vio en este estudio es que mega dosis intravenosas de vitamina C ejercían un efecto pro-oxidante en las células observadas (glóbulos rojos) en lugar de un efecto anti oxidante como se pretende.
Aunque estos datos requieren más investigación para sacar conclusiones, una vez más se muestra que el equilibrio (homeostasis) en respuesta a la dosis adecuada (hormesis) es clave en nuestro organismo.
Hola, muy interesante. ¿Tenés el link del estudio de casualidad? Gracias.