En el mundo del fitness, el concepto de «fallo muscular» ha sido objeto de considerable debate. Algunos defienden entrenar hasta el fallo en cada sesión, argumentando que es crucial para maximizar el crecimiento muscular. Otros, sin embargo, abogan por enfoques más moderados, sugiriendo que alcanzar el fallo en cada entrenamiento puede llevar a la fatiga excesiva y aumentar el riesgo de lesiones. Os explicaré qué es el fallo muscular, qué implica entrenar hasta el fallo y si esta práctica es realmente beneficiosa.
¿Qué es el «fallo muscular»?
El fallo muscular, en términos simples, se refiere al punto durante un ejercicio en el cual no puedes realizar otra repetición de calidad o con buena técnica. Es el momento en el que los músculos que estás trabajando están tan fatigados que alcanzan su límite y no pueden realizar más repeticiones del ejercicio en cuestión.
¿Qué significa entrenar al «fallo muscular»?
Entrenar al «fallo muscular» implica llevar tus músculos al límite en cada serie de un ejercicio, realizando repeticiones hasta que no puedas completar otra con la forma adecuada. Este enfoque se basa en la idea de que al fatigar completamente los músculos, pensando que así se estimula un mayor crecimiento y desarrollo.
Fallo muscular: Cuando sí y cuando no
¿Es bueno entrenar hasta el «fallo muscular»?
La respuesta a esta pregunta no es definitiva y depende de varios factores, incluyendo tus objetivos, nivel de experiencia y la estructura general de tu programa de entrenamiento.
Aquí hay 4 puntos clave a considerar:
1. Estimulación del crecimiento muscular
Entrenar hasta el fallo puede ser una estrategia efectiva para estimular el crecimiento muscular. Al llegar al punto de fatiga máxima, se reclutan las fibras musculares de manera más completa, lo que puede conducir a un mayor desarrollo a lo largo del tiempo.
2. Fatiga y riesgo de lesiones
Entrenar hasta el fallo en cada sesión puede llevar a una fatiga excesiva, lo que aumenta el riesgo de lesiones. La forma adecuada es esencial para prevenir lesiones, y cuando los músculos están exhaustos, mantener una técnica adecuada puede volverse desafiante.
3. Adaptación del sistema nervioso
El sistema nervioso central también juega un papel crucial en el entrenamiento. Entrenar constantemente hasta el fallo puede aumentar la fatiga neural, afectando la capacidad de rendimiento a lo largo del tiempo.
4. Variabilidad del entrenamiento
La variabilidad en el enfoque del entrenamiento es esencial. No todos los entrenamientos necesitan llevarse hasta el fallo. Introducir periodos de entrenamiento más ligero o moderado puede permitir una recuperación adecuada y prevenir la fatiga acumulativa.
Conclusión
No hay una respuesta única para todos. La clave está en la individualización y la comprensión de tus propias necesidades y metas. Entrenar hasta el fallo puede ser beneficioso en ciertos momentos, pero no es necesario en cada sesión de entrenamiento. La variedad en tu enfoque de entrenamiento, la atención a la forma y la escucha activa de tu cuerpo son fundamentales.
Considera periodos de entrenamiento más intenso donde alcances el fallo para estimular el crecimiento, pero también incorpora fases de entrenamiento más alejadas del fallo y poder trabajar así en todos los rangos.
Como siempre un profesional debe pautarte el entrenamiento para poder conseguir los beneficios de este y hacerlo de una manera que evite sobre entrenamiento y también el riesgo de lesiones.
En última instancia, encontrar el equilibrio adecuado entre alcanzar el fallo y entrenar más lejos de este es la clave para un progreso sostenible entrenando en distintos rangos y además conseguir avances y mejoras en la masa muscular.
Este artículo ha sido redactado por el equipo de Ismael Galancho Partners.