Descubre por qué el ayuno intermitente no es una fórmula mágica, sino más bien una herramienta que, si te gusta y se ajusta a tu estilo de vida, puede ser útil para perder grasa. Sin embargo, si no encaja contigo, ¡no te preocupes! Una dieta convencional también es una opción efectiva para alcanzar tus objetivos de peso. ¡Sigue leyendo para encontrar la estrategia que se adapte mejor a ti!
Ayuno intermitente y pérdida de peso
A día de hoy, la evidencia científica es contundente a la hora de mostrar que el mecanismo por el cual el ayuno intermitente nos puede hacer perder peso, es porque nos induce de manera indirecta un déficit energético. De hecho, los estudios donde se compara ayuno intermitente con déficit energético convencional, la pérdida de peso es similar. Esto significa que el ayuno intermitente no tiene nada especial a la hora de perder peso más allá de provocar una disminución en la ingesta de calorías.
Ayuno intermitente sin déficit calórico
Hacer ayuno intermitente, sin que haya déficit calórico, no provocará pérdida de peso. Ahora bien, si el ayuno intermitente ayuda a que la gente coma menos, bienvenido sea. La evidencia actual indica que el solo el 40% los sujetos que se someten a ayuno intermitente son capaces de seguirlo el tiempo suficiente. No crea mucha adherencia en general (las dietas convencionales tampoco) por lo que es una herramienta a utilizar siempre atendiendo a las necesidades globales de cada persona.
En conclusión
Por tanto, si te gusta y te va bien (y tu contexto es adecuado para ello) puedes usar ayuno intermitente bien controlado si tu objetivo es perder grasa. Sin embargo, si no te gusta, si tú día a día hace difícil seguirlo, si tú contexto no es el adecuado para hacerlo (por ejemplo personas con antecedentes de trastornos de la conducta a alimentaría o deportistas con REDS) no te preocupes, una dieta convencional es igual de útil para perder peso.