Ya sabemos en qué consiste la dieta cetogénica, pues es algo que he explicado en otros artículos. De todas formas, sin extenderme, decir que la dieta cetogénica es una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos. Las proteínas las mantenemos dentro del rango.
En una dieta cetogénica se ingieren menos de 50 g al día de carbohidratos, aunque este número varía mucho, como ya he explicado en alguna ocasión, en función de la persona y su contexto. Hay personas que con esa cantidad entran en cetosis y otras que no, que les hace falta incluso reducirlos más.
¿Qué ocurre cuando entramos en cetosis?
Cuando entramos en cetosis, porque no tenemos suministro de energía a través de la glucosa para nuestro cerebro, lo que hacemos es transformar los ácidos grasos en el hígado en cuerpos cetónicos que cruzan la barrera hematoencefálica para poder llegar a tu cerebro y, así, nutrirse.
Entonces… ¿Cómo saber si hemos entrado en cetosis?
Para saber sí esta transformación se ha dado en nuestro cuerpo tenemos unas tiras reactivas que miden las cetonas en sangre. Decimos que hemos entrado en cetosis si esas cetonas se encuentran en o por encima de 0.5 mmol / L. El uso de estas tiras es muy sencillo. Simplemente tienes que orinar sobre ella y esperar a que cambie de color.
Además, hay también síntomas físicos qué suelen aparecer en la mayoría de las personas. Es lo que llamamos “gripe ceto”. La gripe ceto consiste en una sensación de cansancio, fatiga, mareos, falta de concentración, irritabilidad, etc. que aparecen durante la primera semana en la que hemos entrado en cetosis. Estos síntomas cesan al terminar esta primera semana y ocurre justo lo contrario, notas mayor vigorosidad y energía.
Con lo cual, resumiendo, para saber si estoy en cetosis puedo tener cierta sintomatología física pero, lo más fiable, siempre será usar las tiras reactivas.