Un estudio reciente (Masrouri et al 2024) analizó la relación entre los lípidos y el colesterol en sangre con la aterosclerosis subclínica en individuos jóvenes. Con 1270 participantes de 32 a 46 años sin enfermedades cardiovasculares ni factores de riesgo, encontraron que el colesterol total, LDL y colesterol no-HDL elevados se relacionan con mayor riesgo de aterosclerosis. Este riesgo persiste incluso dentro de rangos considerados saludables, sugiriendo la importancia de controlar estos niveles en la prevención cardiovascular.
¡Veamos sus conclusiones!
El estudio
Nuevo estudio recién publicado (Masrouri et al 2024) ha evaluado la asociación entre los lípidos y colesterol en sangre con la prevalencia, incidencia y progresión de la aterosclerosis subclínica en individuos jóvenes.
Un total de 1270 participantes de entre 32 y 46 años de edad que no padecían enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, tabaquismo, ni dislipidemia se incluyeron en este estudio.
Conclusiones
Las conclusiones a las que ha llegado el estudio es que el colesterol total elevado, LDL elevado y colesterol no-HDL elevado se asocian a mayor riesgo de presencia, incidencia y progresión de calcio en las arterias coronarias y unas probabilidades entre 42 y 44 % mayores de espesor medio en carótidas.
De hecho, este aumento del riesgo se observó en aquellos que tenían el colesterol total y el LDL más alto pero dentro aún del rango considerado como adecuado (CT <200 mg/dl y LDL <100 mg/dl).
Además, esta asociación entre niveles elevados de colesterol total y LDL y ateroesclerosis subclínica se da incluso en pacientes sin otros factores de riesgo cardiovascular y con un índice de masa corporal (IMC) inferior a 25.