Aunque el cabello no cumple ninguna función fisiológica crucial en los humanos modernos, juega un papel importante en nuestra autoestima, tanto en hombres como en mujeres. A los que tenemos menos pelo que el pubis de una Barbie nos interesa saber que tratamientos naturales podrían ayudar de alguna manera a retrasar o prevenir en la medida que se pueda la caída del cabello.
La calvicie androgénica (alopecia androgénica) y la calvicie circular o puntual (alopecia areata) son las formas más comunes de caída del cabello. Aunque existen muchos ingredientes activos de origen sintético para el tratamiento, su eficacia y seguridad son cuestionables.
Esto ha aumentado el interés en encontrar un enfoque alternativo contra la caída del cabello utilizando preparaciones que contengan plantas y/o sus ingredientes activos aislados. Se han realizado varios estudios aleatorizados controlados con placebo con compuestos bioactivos de plantas para confirmar su eficacia en el tratamiento de la caída del cabello.
Las plantas con el efecto más evidenciado contra la alopecia son Curcuma aeruginosa (jengibre rosa y azul), Serenoa repens (palmetto), Cucurbita pepo (calabaza), Trifolium pratense (trébol rojo) y Panax ginseng (ginseng rojo chino) (Zgonc Skulj et al 2020).
El mecanismo de acción supuesto es predominantemente la inhibición de la 5α-reductasa aunque también influye un mayor apoyo nutricional y la circulación sanguínea del cuero cabelludo.
Respecto al desarrollo de nuevos fármacos, un estudio reciente (Lee et al 2023) concluyó que la aldehído deshidrogenasa 2 (ALDH2) aumenta significativamente en la fase de crecimiento del pelo en el folículo piloso. Su función es eliminar el estrés oxidativo en el folículo piloso y promover el crecimiento del pelo. Por tanto, la activación de la ALDH2 promueve el crecimiento y desarrollo del pelo, lo cual la convierte en una diana terapéutica para nuevos fármacos contra la caída del cabello.