Una duda constante entre los consumidores, es si la fruta congelada aporta los mismos nutrientes saludables que la fruta fresca. En los últimos años, ha aumentado el consumo los frutos rojos congelados, como por ejemplo los arándanos.
Los frutos rojos, son ricos en antioxidantes como las antocianinas. Estas sustancias ejercen potenciales efectos protectores contra las especies reactivas de oxígeno que en exceso pueden provocar multitud de enfermedades como cáncer o enfermedades neurodegenerativas.
Para saber si los frutos rojos congelados mantienen las mismas concentraciones de antocianinas que los frutos rojos frescos, podemos acudir a ver que nos dice la evidencia científica.
En el estudio de Lohachoompol et al 2004, se demostró que las muestras congeladas de arándanos no mostraron ninguna disminución significativa en el nivel de antocianinas durante tres meses de almacenamiento. Dado que los arándanos se congelan poco después de ser recolectados, tienen la misma calidad que los frescos.
En otro estudio más reciente, Plumb et al 2013 analizaron el contenido de antocianinas de los arándanos congelados durante uno, tres y cinco meses y no encontraron una disminución en los antioxidantes en comparación con los frescos. De hecho, la lixiviación que se produce por congelación en realidad aumentó la concentración de antocianinas. Los cristales de hielo que se forman durante la congelación alteran la estructura del tejido vegetal, haciendo que las antocianinas estén más disponibles.
Por tanto, a priori los frutos rojos congelados parecen ser una opción más que interesante de consumir fruta, al menos arándanos.