Una pérdida de peso sustancial lograda por cualquier medio (déficit calórico + ejercicio) independientemente del tipo de dieta, puede provocar la remisión de la diabetes tipo 2.
Se ha aceptado erróneamente que la diabetes tipo 2 es incurable y que es algo de por vida, con daño irreversible y progresivo de las células beta del páncreas. La consecuencia ha sido que a las personas se les dice en el momento del diagnóstico de diabetes tipo 2, que deben acostumbrarse a tener una enfermedad crónica. Pero estas creencias arraigadas se basaron solo en datos de grupos de personas que aumentaron de peso de manera constante en un famoso estudio (aproximadamente 5 kg).
Sin embargo, a día de hoy sabemos que esto no es así: la diabetes tipo 2 se puede revertir en un 100%. Pero, ¿cómo? Veamos…
El estudio Counterpoint fue el primero que demostró que los niveles normales de glucosa y la función normal de las células beta podrían restaurarse únicamente con una dieta muy baja en calorías.
Más tarde, el estudio DIRECT demostró que los sujetos don diabetes tipo 2 que llevaron una dieta hipocalórica donde un 50% eran carbohidratos, 35% grasas y 15% proteínas consiguieron perder 15 kg de peso y revertir la diabetes tipo 2 completamente en 12 meses. ¿Por qué ocurrió esto si comían un 50% de carbohidratos? Porque la dieta era muy baja en calorías.
Ahora se está llevando a cabo el estudio ReTUNE, que está probando si la remisión de la diabetes tipo 2 es posible para personas que la sufren sin tener sobrepeso.
Los autores dicen textualmente: “Sabemos que alrededor del 10 % de las personas con diabetes tipo 2 tienen un IMC que los ubica en el rango ‘saludable’. Sin embargo, las personas con pesos corporales más bajos aún pueden almacenar grasa en lugares que son perjudiciales para la salud. La grasa interna alrededor del páncreas y el hígado podría ser una de las razones por las que estas personas pueden desarrollar diabetes tipo 2”.
Han sometido a los sujetos a déficit calórico y los primeros datos ya apuntan a que está habiendo remisión de la diabetes tipo 2 en los participantes.
¿Qué nos dicen otros estudios sobre este tema?
“Los resultados fueron claros: los individuos con diabetes tipo 2 muy común (hasta 4 años de duración) recuperaron niveles de glucosa en ayunas absolutamente normales a los 7 días de comenzar una dieta muy baja en calorías”. (Taylor et al 2019)
“Esto ocurrió a pesar de suspender la terapia con metformina el primer día de la dieta. Los niveles de grasa hepática y en páncreas se redujeron en un 30% y la sensibilidad a la insulina en el hígado volvió a la normalidad en los primeros 7 días, lo que explica el cambio en la glucosa plasmática en ayunas”. (Taylor et al 2019)
Otros estudios:
Kraus et al 2019 investigaron los efectos a corto y largo plazo de la restricción calórica sobre estos factores. Conclusión: el déficit calórico moderado redujo significativamente múltiples factores de riesgo cardiometabólico.
Fonseca et al 2019 concluyen literalmente en su estudio: Las reducciones de la resistencia a la insulina están mediadas principalmente por la pérdida de peso en sujetos con diabetes tipo 2.
Mthembu et al 2022: “La restriccion calórica clave para la mejora de resistencia a la insulina y mitocondrias”.
Magkos et al 2020: “En pacientes con diabetes tipo 2 y obesidad, la pérdida de peso de ~15 kg, lograda mediante un programa de manejo intensivo que involucra restricción calórica, puede llevar a la remisión de la diabetes en un 80% de los individuos.
Churuangsuk et al 2022: “los metaanálisis publicados de dietas hipocalóricas para controlar el peso en personas con diabetes tipo 2 no respaldan ninguna distribución concreta de macronutrientes en particular. Las dietas muy bajas en energía independientemente del reparto de macoonutrientes parecen ser los enfoques más efectivos.
Conclusiones
- Esto significa que incluso en pacientes con obesidad y con diabetes tipo 2, que es seguramente el contexto que menos tolerancia tiene a los carbohidratos, al reducir la ingesta calórica total (déficit calórico) y al perder grasa corporal, consiguieron mejorar drásticamente su enfermedad, aun consumiendo una dieta alta en carbohidratos en proporción con los otros macronutrientes.
- Aunque los sujetos con resistencia a la insulina, prediabéticos y diabéticos se beneficiarán en mayor medida de una dieta baja en carbohidratos, como vemos, esto siempre será secundario en comparación con los factores más importantes, que son el balance calórico (en este caso la restricción energética) y el aumento de la actividad física, ya que ambos son claves para crear un déficit calórico.
- Este déficit calórico provocará la pérdida de grasa corporal (subcutánea, ectópica, visceral, etc) mejorando además la relación grasa-músculo y, por tanto, mejorando la resistencia a la insulina.