Actualmente, existe una epidemia de pérdida de sueño, desencadenada por las demandas cambiantes de nuestro estilo de vida del siglo XXI que abarcan trabajos a turnos, acostarnos tarde, redes sociales, etc.

Las alteraciones de patrones de sueño tienen efectos negativos

Las alteraciones de los patrones de sueño tienen efectos negativos múltiples. Alteración metabólica, aumento de la resistencia a la insulina y diabetes, aumento del hambre, obesidad, aumento de la inflamación, aumento del cortisol, disminución de testosterona, catabolismo muscular, neurodegeneración, mayor riesgo de demencia o Alzheimer, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. En definitiva, mayor riesgo de mortalidad por todas las causas (Heslop et al 2022).

Evidentemente, la mejor forma de solucionar esto es ajustando mejor nuestros patrones de sueño, dormir las horas que necesitamos y darle la importancia que tiene al descanso nocturno.

Sin embargo, hoy en día no es fácil para algunas personas regular el sueño. El estrés crónico, la ansiedad, trabajos a turnos, guardias, etc., lo impiden. ¿Qué podemos hacer cuando no hemos dormido una noche o llevamos un tiempo durmiendo mal y/o poco?

¿Entrenar después de una mala noche?

A día de hoy, sabemos que hacer ejercicio es fundamental para revertir y paliar los efectos negativos de la restricción del sueño.

A la contra de lo que se pueda pensar, hacer ejercicio después de una o varias noches de mal sueño, previene las afecciones negativas de dicha restricción. El ejercicio previene el daño metabólico y catabólico que la restricción del sueño provoca en el tejido muscular. Mantiene la homeostasis de glucosa y evita la pérdida de músculo (Morrison et al 2022).

Además, el ejercicio aumenta la sensibilidad a la insulina y ejerce acciones antiinflamatorias. De hecho, el ejercicio previene la neurodegeneración que provoca el mal sueño, previniendo su daño en el cerebro (Madore et al 2020).

Así que si estás dudando entre si debes entrenar después de una o varias noches de mal sueño, la respuesta es sí, sin duda.

Ahora viene la segunda pregunta. ¿Hay que ajustar a carga de entrenamiento a la baja en esta situación? Lo aclaro en otro artículo…

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