El consumo de bebidas con cafeína son el estimulante más consumido en el mundo. Se han atribuido tanto efectos nocivos como beneficiosos para la salud al consumo de cafeína. En el pasado, se plantearon importantes preocupaciones sobre los posibles efectos adversos del consumo a largo plazo de bebidas con cafeína, incluido el desarrollo de cáncer, arritmias y otras enfermedades cardiovasculares.
Estudios sobre el café y las bebidas energéticas
Por el contrario, estudios recientes parecen mostrar que el consumo de café, una de las bebidas que contienen cafeína más consumidas, estaba inversamente asociado con la mortalidad total y por causas específicas. Aquí surge el dilema, ya que una cosa es el café, otra cosa es la cafeína y otra cosa son las bebidas energéticas que contienen cafeína. Estas últimas contienen muchas otras sustancias biológicamente activas y, por lo tanto, los efectos sobre la salud no solo pueden estar relacionados con la cafeína.
En un estudio reciente (Schüttler et al 2022), se dio 750 ml de una bebida energética comercial o tres tazas de café a los sujetos. Ambas bebidas contenían la misma cantidad de cafeína. Hubo un aumento significativo de la actividad del sistema nervioso autónomo después del consumo de bebidas energéticas, pero no se observó ese efecto después del consumo de café, pese a que ambas bebidas tenían la misma cantidad de cafeína.
¿Qué es mejor? ¿El café o las bebidas energéticas?
Esto sugiere que el efecto de las bebidas con cafeína sobre la actividad simpática es independiente de la cafeína y está mediada por otras sustancias. Los ingredientes de las bebidas con cafeína son varios, ya que contienen sustancias adicionales como la taurina, el guaraná o azúcar.
Los autores concluyen que estas sustancias pueden afectar el sistema cardiovascular y pueden conducir a arritmia a través de la activación simpática.
Hay varios informes que vinculan el uso excesivo de bebidas energéticas con la aparición de muertes cardíacas súbitas. Este riesgo puede reflejarse en los niveles elevados de la dinámica de repolarización periódica (PRD) después del consumo de bebidas energéticas, ya que la PRD es un excelente predictor de mortalidad y, en particular, de muerte súbita cardíaca en pacientes con predisposición.