Hace algunos años se puso de moda clicar proteínas en la dieta, esto es, alternar periodos de alta ingesta de proteínas con periodos de baja ingesta. Al igual que ocurre siempre con estas cosas, las hipótesis en la que se basan son anecdóticas derivadas de la mala interpretación de la fisiología y extrapolada de estudios cuando no se tiene suficiente conocimiento. Desde que surgió la tendencia de ciclar proteínas hace unos años, mi compañero Sergio Espinar y yo comentábamos que no tenía sentido.
Quienes hayan estado en algún congreso o formación mía donde haya hablado de ganancia de masa muscular, me habrán oído mostrar evidencia de que un alto consumo de proteína, durante mucho tiempo, podría inducir resistencia anabólica. Esto significa que consumir mucha proteína puede hacernos menos eficientes a su aprovechamiento. Esto se debe a un aumento en la oxidación de aminoácidos, sobre todo debido a un aumento de la oxidación de aminoácidos esenciales de cadena ramificada, mediante una alta expresión de las enzimas BCAT y BCKD.
Pero también comentábamos, que si pasamos de estar consumiendo mucha proteína y de repente bajásemos mucho su ingesta (ciclado de proteína) podría darse el efecto contrario, ya que al menos en un primer momento podría degradarse masa muscular debido a la alta adaptación a la oxidación de aminoácidos que hemos estado teniendo durante el periodo de alta ingesta de proteínas durante mucho tiempo. Aun así, pasado un tiempo esto se normalizaría, debido al reset anabólico.
Aunque eran hipótesis basadas en el conocimiento de fisiología y en datos indirectos de algunos estudios, este año se publicó un estudio (Goodfellow et al 2020) que lo confirmaba. El estudio muestra que pasar de una ingesta de proteínas de 2,2 gr/kg a una ingesta de 1,2 gr/kg de proteína inducía un balance proteico negativo de forma magnificada hasta 5 días después del recorte, lo cuál puede comprometer el tejido muscular.
Por ello, el conocimiento de la fisiología es IMPRESCINDIBLE a la hora de conocer, poner en práctica y sacar datos de estudios para evitar la continua invención de ideas idiotas que abundan en redes sociales.