El café es una de las bebidas más populares en el mundo, y su consumo ha sido objeto de numerosos estudios científicos. Aunque algunos de ellos han sugerido que el consumo de café podría aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, otros han encontrado que el café podría tener efectos protectores contra esta enfermedad. En este artículo, analizaré los últimos estudios sobre el café, la cafeína y la enfermedad cardiovascular.
Cafeína y enfermedades cardiovasculares
Varios estudios recientes a nivel de población han demostrado que los bebedores de café y té tienen un riesgo reducido de muerte por enfermedad cardiovascular. La evidencia sugiere que la cafeína reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, aún se desconoce el mecanismo por el cual esto ocurre.
Cafeína y colesterol
En un nuevo estudio (Lebeau et al 2022), investigaron el efecto de la cafeína en la expresión de dos reguladores de los niveles circulantes de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL). Comprobaron que dos o tres tazas de café de tamaño promedio pueden reducir los niveles de colesterol LDL.
El consumo regular de cafeína está relacionado con la reducción de los niveles sanguíneos de la proteína PCSK9, lo cual aumenta la capacidad del hígado para eliminar el exceso de colesterol LDL del torrente sanguíneo. Una regulación al alza de la proteína PSCK9 hepática conduce a una mayor degradación del receptor LDL, dando como resultado una absorción disminuida de lipoproteínas apoB y un consiguiente aumento en la concentración de LDL.
La cafeína y sus derivados también pueden bloquear la activación de una proteína llamada SREBP2 , que a su vez reduce los niveles de PCSK9 en el torrente sanguíneo. Sin embargo, el café sin filtrar, puede ejercer efectos totalmente contrarios. De hecho, el café sin filtrar puede elevar los niveles de LDL (Schoeneck et al 2021).
Ejercicio físico e ingesta de algunos alimentos
El ejercicio físico reduce los niveles de PCSK9, reduciendo a su vez la Lipoproteína a, que es aterogénica. Esto es curioso porque parece que el ejercicio no tiene un efecto directo sobre lipoproteína pero puede influir sobre ella a través de PCSK9 (Mendoza et al 2022).
La ingesta de omega 3, almendras, aguacates, tomates, cúrcuma y té verde también puede disminuir la PCSK9 y/o el LDL (Schoeneck et al 2021).