Mucho he escrito y habado sobre la autofagia en congresos y en varios artículos. También en mi libro “Quema tu dieta”. Vamos a hablar en este artículo sobre el ayuno y autofagia en el cáncer.
¿Qué es la autofagia?
Los que me seguís y/o habéis leído mi libro ya sabéis que la autofagia es un proceso de “limpieza celular” donde nuestra propias células se encargan de comer y destruir “la basura” acumulada en ellas (de ahí el nombre autofagia).
¿Cómo se regula la autofagia?
También sabréis, que la autofagia se regula prácticamente sola sin que tengamos que buscar aumentarla o disminuirla ya que llevando un estilo de vida saludable en general esta funcionará bien. Por otro lado, aunque la autofagia siempre se asocia al ayuno, hay otras formas más efectivas de inducirlas, como por ejemplo haciendo ejercicio.
Disminución de la autofagia
Y por último, para no alargarme porque hay muchas más cosas que decir aquí, comentar que una disminución de la autofagia es perjudicial para nuestra salud y contribuye a la aparición de enfermedades como cáncer, enfermedad inflamatorias, cardiovasculares, neurodegenerativas, atrofia muscular, etc.
Exceso de autofagia
Pero a la contra, un exceso de autofagia, también es perjudicial, por lo que buscar incesantemente aumentar la autofagia no es un buen plan. Como siempre ocurre en fisiología, el equilibrio es la clave.
Autofagia y cáncer
En relación al cáncer concretamente, la autofagia se considera un arma de doble filo.
En etapas iniciales del crecimiento tumoral, la autofagia actúa como un represor del tumor al degradar orgánulos dañados y evitando así la propagación del daño (Panda et al 2015). Sin embargo, en etapas avanzadas de desarrollo tumoral, la autofagia es un promotor de tumores debido a su capacidad para mantener la viabilidad tumoral por varios mecanismos.
En etapas avanzadas del cáncer, las señales de inanición, autofagia y de hipoxia pueden promover la invasión tumoral y la metástasis (Chávez-Dominguez et al 2020). Además de esta actividad promotora de tumores, la autofagia contribuye notablemente a la resistencia a distintos tipos de terapia, lo que representa un serio obstáculo para el éxito del tratamiento (Marinkovic et al 2018).
Mientras la ciencia continúa indagando en estos aspectos, muchos gurús de RRSS proponen retiros de ayuno milagrosos para pacientes con cáncer como el que juega a una ruleta rusa…