El hecho fisiológico de por qué engordamos, es porque comemos más de lo que gastamos. Eso no es debatible, ya que es física y termodinámica, leyes a las cuáles el ser humano, por muy especial que se crea en el universo, no puede escapar.
Ahora bien, este hecho no debe ser simplificado a “comer menos y moverse más”, puesto que el balance energético y la termodinámica energética son extremadamente complejas y se ven afectados por multitud de factores.
Llevamos 50 años diciendo eso de “menos plato y más zapato” y la obesidad sigue aumentando. Si indagamos más, vemos que los factores que contribuyen a la obesidad son múltiples.
Por otro lado, el propio balance energético es tan complejo de entender a nivel fisiológico, que quien no lo comprende alude a lo esotérico para hablar de él. “Las calorías” no cuentan dicen algunos y ponen ejemplos obvios de que no se comprende como funciona el balance energético en el ser humano.
Multitud de factores van a afectar o bien a la ingesta o bien al gasto energético, pero siempre habrá un residual energético que será absorbido y metabolizado, aunque sea diferente al que tu hayas calculado antes de comer o después de hacer ejercicio. He diseñado la siguiente imagen para ver si así se entiende mejor.
Pero no sólo se trata de que haya multitud de factores que van a impactar en el balance energético, sino que además, tanto la ingesta como el gasto energético no son independientes entre sí. Me refiero a que son factores dinámicos que se adaptan y se condicionan el uno al otro. Mientras menos comes, a largo plazo, menos gastas y viceversa.
Para una explicación más detallada y entendible de por qué engordamos y qué debemos hacer para perder peso de una manera sostenible, recomiendo mi libro “Quema tu dieta”.