Se acaba de publicar una interesante revisión científica de Dreire y Kevin Hall, donde ponen el debate sobre la mesa de si hay que radicalizar la política contra los ultraprocesados para eliminarlos completamente de los supermercados.
La clasificación de los alimentos según su composición (grasas, azúcares añadidos, sodio, etc.) ha sido útil en el asesoramiento nutricional para informar de las recomendaciones dietéticas. Pero esta visión clásica fue desafiada recientemente por un nuevo sistema de clasificación llamado “NOVA”, que clasifica los alimentos según su grado de procesamiento, ignorando en gran medida su contenido nutricional. De hecho, la mayoría de aplicaciones digitales actuales de clasificación de alimentos se basan en NOVA.
¿Qué es el sistema NOVA?
El sistema NOVA divide los alimentos en cuatro categorías en función del grado de procesamiento, estando en el último escalón los ultraprocesados. El daño potencial para la salud de los ultraprocesados ha animado a muchos defensores del sistema NOVA a recomendar evitar los ultraprocesados. Sin embargo, la categoría de ultraprocesados es muy heterogénea y no todos son iguales. Los autores comentan que puede no ser adecuado, e incluso puede tener daños no deseados la eliminación de algunos ultraprocesados que ofrecen muchas propiedades deseables (bajo coste, seguridad microbiológica, fortificación de nutrientes, mayor vida útil, etc.), ya que solo puede empeorar las disparidades existentes en la inseguridad alimentaria.
Un ejemplo, serían algunas comidas listas para comer, ya que el concepto de que la “comida rápida” es igual a comida basura no tiene por qué ser cierto. Hay comida lista para comer que es saludable o que puede serlo si se reformula ligeramente. En lugar de eliminar tales alimentos, debemos reconocer su utilidad y considerar que su reformulación, en lugar de su eliminación, ya que podría tener un impacto más significativo en la mejora de la calidad nutricional y la salud a nivel de la población dicen los autores.
Por tanto, los autores concluyen que el sistema de clasificación NOVA puede ser demasiado contundente, siendo que muchos productos ultraprocesados comunes pueden ser susceptibles de reformulación efectiva.
¿Qué opináis?