ATREZZO

Se trata de un restaurante italiano del grupo “Tercer Acto” del actor malagueño Antonio Banderas. Está decorado con maderas y tonos cálidos que hacen que la velada sea acogedora.

Calle Casas de Campos, 2, 29001 Málaga
Teléfono: 617 82 12 13.
No tiene aparcamiento.
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Éramos dos personas y pedimos:

• Carpaccio de solomillo de ternera con crema de trufa, gotas de parmesano de 24 meses y escamas de trufa fresca.
• Pizza calzone rellena de salsa Ragú, carne picada, ricotta, fior di latte, láminas de pamesano, AOVE y albahaca.
• Pizza con borde relleno de ricotta, fior di latte, champiñones, jamón cocido di Parma, láminas de trufa, AOVE y albahaca.
• Agua, vino, pan.

Esto fue el único punto negativo que vimos del sitio. Pero entendemos que llegamos nada más abrir, sobre las 20:30, y entre que estaba la gente entrando y organizando, la verdad es que fueron lentos y algunas cosas tuvimos que pedirlas unas cuantas veces porque se les había olvidado. Luego, cuando venían a atender y a servir eran muy amables y agradables.

Andábamos por el centro histórico de Málaga y pensábamos cenar en casa, pero de eso que te va dando hambre a la vez que pereza cocinar y al final acabamos llamando a este sitio que teníamos pendiente. Nos dijeron que tenían sitio, pero tenía que ser a esa hora, 20:30h, porque a las 22:00 tenían reservadas todas las mesas.

No nos lo pensamos y fuimos. Nos sentamos y miramos la carta a la vez que devoramos un pan con una “mantequilla” (que no era mantequilla) que hacían ellos mismos aromatizada con especias y con tomate que estaba de escándalo.

Como íbamos a pedir pizza, teníamos claro que íbamos a coger un entrante proteico, así que nos inclinamos por el carpaccio, que estaba de muerte. Nos encantó. La combinación de sabores realzaba la calidad del producto.

Nos llegaron las pizzas, con muy buen tamaño por cierto. Probamos ambas y no supimos cuál nos gustaba más. Cada bocado lo comentábamos como si fuéramos dos personas que llevaran un mes sin comer. ¡Nos encantaron! Eso sí, acabamos a reventar. Incluso Lucía, que es un pozo sin fondo, decía que le costaba respirar.

La verdad es que nos dijimos muy sinceramente que cada vez que quisiéramos pizza iríamos allí. Volvemos por supuesto. Y además tenemos pendiente probar las pastas.