Una prueba irrefutable de que la nutrición es una ciencia moderna y que se encuentra en constante evolución, es lo ocurrido con los llamados “ácidos grasos esenciales”. La historia tras el hallazgo de estos compuestos es verdaderamente curiosa, pero voy a intentar resumirla en unas pocas líneas. A comienzos del siglo XX, los ácidos grasos contenidos en los alimentos se reconocieron como fuente energética y de vitaminas (liposolubles) determinándose su importancia para el crecimiento y la función fisiológica normal, pero (...)
¿Quieres ver el contenido completo de este artículo? Hazte miembro de la Zona Premium por sólo 10 €/mes y accede a artículos, infografías y estudios de interés completos y exclusivos.
¡Ahora 8 artículos/podcast nuevos cada mes!
Si ya eres miembro, identifícate.