Nuestra “edad cronológica” depende del tiempo, es la que nos otorga nuestra fecha de nacimiento. Pero el paso del tiempo no nos afecta a todos por igual y podemos observar cómo unas personas envejecen más rápido que otras, se les notan antes las arrugas o desarrollan antes enfermedades asociadas al envejecimiento. Aquí entra en juego el concepto de “edad biológica”, que no mide el tiempo que ha pasado desde que nacemos, sino lo envejecidos que estamos molecularmente en comparación a un modelo de referencia (...)
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