Los lípidos y ácidos grasos de la piel son transformados por las células dérmicas en unas moléculas mediadoras bioactivas, involucradas en la señalización celular, denominadas eicosanoides (del griego eikosi, que significa “veinte”) porque contienen 20 átomos de carbono. Esta transformación se produce gracias a la acción de diversas enzimas denominadas lipooxigenasas (LOX). Las enzimas LOX facilitan la adición de moléculas de oxígeno a los ácidos grasos, manteniendo de esta forma la integridad de la piel. Recientemente, se descubrió que estas enzimas sintetizan lípidos nuevos unidos a la superficie de células inmunitarias (...)
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